viernes, 28 de septiembre de 2007


EDUCAR EN LA SOCIEDAD ACTUAL

Nuestra sociedad ofrece un valor supremo: el consumo. Y todos ¡tras él!!! El humanismo ha sido castigado ¡al rincón!!! Pero ¡cuidado! los más castigados son los y las adolescentes que constituyen la próxima generación de adultos.
En las aulas se vive la indisciplina, la desmotivación y desinterés de alumnos y alumnas, producto del desplazamiento de la violencia económica o cultural ejercida sobre las familias que padecen trabajos precarios, el paro y también, la alienación al consumismo.
Se ansía tener para poder ser lo que impone el sistema: SERÁS EN LA MEDIDA QUE TENGAS. Sometidos a este deber ser, las familias idolatran los objetos expuestos en los escaparates. Y en pos de ellos, los fines de semana pasean por las “grandes catedrales del consumo”, comprando y llevando estos ídolos que transforman su ser: SOY EN LA MEDIDA QUE TENGO.
Y los y las adolescentes que transitan por un período de sus vidas en que la presencia y el límite de sus padres es fundamental, están solos en determinadas situaciones, sobre todo en aquellas en que se necesita aprender a discernir, a controlarse, y hacen lo que pueden: lo que les dicta la televisión o Internet, sin poder contar a su lado con un adulto responsable que les ayude a reflexionar.

María Elena Napione Bergé